Convocatoria Bordada. 2020

En el contexto de la Bienal de Venecia 2017, tuve la oportunidad de visualizar la obra de Maria Lai allí expuesta y observar muy de cerca su textura, su materialidad, su gestualidad, imaginar sus procesos; finalmente, recorrer su universo. Inspirada también por generaciones de artistas que utilizaron el collage, como medio expresivo desde principios de siglo XX, se encuentra en esta técnica la posibilidad de jugar con elementos que previamente ya estaban cargados de significación, una historia que se deja modificar y que permite construir otra narrativa desde la experimentación obedeciendo al sentido de la intuición.

En este contexto de confinamiento, en nuestra nueva y extraña realidad cotidiana, me encontré frente a materialidades que pueden aportar a mi obra otro carácter, que me permitirá explorar otros caminos. Los elementos incluidos como mapas o escrituras, conforman el núcleo formal de la obra. Los recortes de textos son de libros antiguos, que suelen entretejer un diálogo con la trama del mapa soporte. Incorporo, además, letras y números impresos por medio de sellos, a modo de señalética. Mapas, textos, números y letras, dan vida a un acto estético, que busca poner en relieve la idea de fragmentación, incomunicación y desarraigo. En otros momentos, hubiera pensado que el mundo exigía, por parte de los sujetos, el abandono de su raigambre territorial para convertirse en sujeto itinerante en busca de su lugar en el mundo. Hoy, nos encontramos atascados en un confinamiento obligado que nos hace mirarnos a nosotros mismos en nuestro propio espejo, hacia adentro, y es efectivamente una mirada que apunta a potenciarnos en la generación de nuevos discursos creativos y enriquecedores.

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